miércoles, 4 de enero de 2017

El día que mi vida cambió.

Hace dos años ya que mi vida cambio,  me vine a un país al cual no estaba acostumbrada,  pero estoy segura de que desde ese día mi vida no volvió a ser igual,  al principio se me hacía una eternidad esperar las vacaciones,  porque yo solo quería regresar a mi país natal,  la primera vez que dejé el país,  una de mis amigas falleció,  y yo no pude estar ahí, lo cúal en mi opinión fue mucho peor, aunque tenía el apoyo de una persona que en ese tiempo era muy especial para mi. Recuerdo que cuando regresé de la escuela,  estaba leyendo la noticia,  no podia procesarla,  apenas y pude llegar a mi casa,  cuando ya estaba en casa, aventé la mochila, y me encerré a llorar como una loca,  mi madre preocupada me preguntó que pasaba,  yo no podía contestarle nada, no salía,  y como pude le dije lo que sucedía,  y me consoló un poco,  dure meses sin poder creerlo,  lo único que pasaba por mi cabeza era ella....
   Para las vacaciones largas aún no podía creerlo, ni viendo a su familia con caras tristes,  simplemente aún no me resigno,  y creo que no podré hacerlo núnca.
  Pero en esas vacaciones mi vida dió otro giro de 180°. Un día antes de irme,  lo conocí, conocí a la persona que tal vez,  sin la mínima intención me lastimó, mi padre biológico,  aquél hombre que fue el primero en abandonarme,  y que regresó de la nada. Tal vez al principio fue difícil, pero ya superé lo que pasó,  he comprendido que perdonar no es imposible, puedo decir que yo he aprendido a perdonar. No sólo por darle una oportunidad. También para darme una oportunidad a mi, la oportunidad de saber perdonar, la oportunidad de sentirme bien conmigo misma, y la oportunidad de saber lo que se siente el perdonar a alguién.
    Después me volví a ir,  y justo el dia de la noche buena, mi mejor amiga me dijo que su mamá había fallecido por la mañana. Yo no supe que decir, solo le di mis condolencias, la verdad es que esa noticia si me llegó,  me dejó en shock. Me sentía tan mal por no estar al lado de mi amiga, apoyandola. Me sentí tan mal amiga, todo pasaba por mi mente, mi mamá se dio cuenta de que estaba rara, y me preguntó que pasaba, y cuando le estaba contando,  comencé a llorar, y mi mamá triste junto conmigo. Y la verdad es que yo admiro la fortaleza de mi amiga, yo no podría seguir con mi vida al saber que mi mamá había fallecido, yo se que eso nunca se le va a olvidar,  y que a lo mejor nunca lo podra superar,  pero ella aprendió a seguir su camino,  y pues honestamente no cualquiera.
       Yo no se si es mala suerte o que es lo que sucede que cada vez que vamos o venimos, alguien fallece.
  Solo sé que tenemos que empezar a valorar a quienes nos rodean,  no sabemos cuando será el último día que vamos a ver a esa persona,  por eso hay que decirles todos los días cuanto los queremos. No vaya a ser que después nos pese la conciencia,  por no haber demostrado nuestro afecto.  Recuerden siempre convivir con todas esas personas importantes para ustedes,  hay que darse,  y darles un tiempo, visiten a sus familiares,  y nunca los abandonen.

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